¡Qué suerte tenerte!
Te escribo para contarte que cuando tú llegaste a mi vida jamás pense que llegarías a ser lo que hoy eres. Lo cogimos con ganas un mes de febrero y empece enseñandote lo peor de mi y tu me aceptaste, aceptaste todos mis defectos. Semanas después algo hizo en mi que llegara a pensar que no te iba a poder querer más de lo que ya lo hacía, estuve a punto de derribar todo lo que habiamos construido y tu en vez de apagarte conmigo me cogiste y me volviste a levantar con más fuerza que nunca. En ese momento entendí que nunca nadie llegaria a quererme como tú lo hacías y empecé a quererte como nunca lo habia hecho. Ya no hay maneras posibles de agradecerte lo que haces por mi cada día, porque no hay manera de querer como tú lo haces, ojala te vieras con mis ojos, así sabrias de lo que hablo y acabarías enamorandote de ti cada día. Que no cambio nada de mi vida si eso hizo que aquel viernes te decidieras a enviarme un mensaje. Que volveria a pasar por lo mismo quinientas veces si eso ha he