Ojalá


 Miré hacia el otro lado y ya no estabas, llevaba meses sin verte pero esta vez en vez de inundarme la tristeza, sonreí, como hacía entonces devolviéndote la mirada cómplice.

Sonreí recordando la sensación de amor tan pleno que te tenía y siendo consciente de que en ese momento había pocas cosas que me hicieran tan feliz. 

Sonreí porque estuve enamorada. Porque se lo debía a la pareja que un día fuimos. 

Sonreí porque me rompiste el corazón y eso me hizo ser la persona que soy hoy, la mejor versión de mi misma. Sonrío porque se lo debo a la chica frágil a la que dejaste rota en aquel sofá, sin tener ni idea de lo que le esperaba pero muerta de miedo pensando que había perdido. 

Ella no lo sabía pero acababa de recuperar lo más importante de su vida, a ella misma.

Te he perdonado. Ya , ya se que no me has pedido perdón, pero el día que supe que no lo iba a escuchar salir de tu boca comprendí que debía perdonarte para dejar atrás el dolor, el rencor y la pena. 

Ojalá nunca te asalte la duda   de si hiciste lo correcto, dejarme fue quizás tu mayor acto de amor en los últimos meses. 

Creo firmemente que a pesar de haber podido jurar que los últimos meses seguía enamorada de ti ahora puedo confirmar que no, estaba enamorada de la idea de lo que un día fuimos, y esperaba, y luchaba por volver a recuperar algo que dejamos perdido, no sé donde y no sé hace cuanto. 

Lo buscaba incansablemente porque estaba convencida de que era único y difícil de encontrar en otras bocas, en otras manos, en otra piel. Magia lo llamaba. Entonces recordé que yo contigo la redescubrí, no fuiste el primero y ahora sé que no serás el último.



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