El tiempo que viví contigo

Si hoy me preguntasen si te echo de menos, no dudaría, mi respuesta es clara, no. Sin embargo, me acuerdo de nosotros dos, en ese viaje lleno de nieve, tú fotografiándome, sacándome mi mejor sonrisa. Me acuerdo de ese despertar en ese hotel rural al lado de la persona a la que amaba, recuerdo esas subidas al tejado, contemplando las estrellas y comiéndonos a besos, esas conversaciones con tan sólo dieciocho años en las que nos preocupábamos por nuestro futuro, esas carreras por las escaleras para que no nos pillasen los vecinos. Me acuerdo el primer día que conociste a mi familia, la relación que tenías con mi padre y del día que conocí a tu madre. 
Me acuerdo como si fuera ayer del día que le preguntaste a mi padre si podías llevarme de viaje a una casa rural, tan sólo la idea de poder escaparnos juntos nos tenia emocionados. Me acuerdo de nuestra primera vez y de todas las que siguieron después y tengo que reconocerte que nadie ha vuelto a hacerme el amor con tanto amor. Te recuerdo los viernes subiendo la escalera de mi casa mientras yo seguía maquillándome en el baño, como te parabas en seco a mirarme y siempre me decías lo guapa que iba. No sé si lo sería pero siempre he sentido que para ti era la tía que más buena estaba, allá donde fuéramos.
Siempre me voy a acordar de tu manera de cuidarme, poniéndome la mano en mi barriga, haciéndome masajes y hasta de aquella vez que apareciste por el pasillo de urgencias con tu casco en la mano y tu mirada buscándome, tengo esa imagen grabada en mi retina porque no estábamos pasando por nuestro mejor momento pero yo sentía que estarías ahí, siempre.
Cada vez que me vienen estos recuerdos a la cabeza siento que se me llena el alma, siento que conseguí transformar todo el amor que te tenía en algo puro, en algo bueno, que perdurará dentro de mí por muy lejos que caminemos el uno del otro.
No te voy a mentir, me encantaría que todo hubiera acabado muy diferente a cómo acabó, me encantaría un día poder darte un abrazo, ponernos al día y darte las gracias por lo vivido, porque no te echo de menos a ti pero si echo de menos lo que un día fuiste para mi.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ojalá

Tu cura eres tú misma.